La flexibilidad de las redes podría definir el futuro de la industria europea de procesos

Por Dr. Mustafa Çagri Gürbüz

La volatilidad extrema del mercado, los ciclos de vida más cortos de los productos, el aumento de la personalización masiva y objetivos de sostenibilidad cada vez más estrictos son algunas de las fuerzas que están moldeando el futuro de las operaciones de manufactura y procesos en a nivel global.

Es imposible saber exactamente lo que estas industrias buscarán entorno a una década, sin embargo, es probable que la producción sostenible de productos de alto valor, personalizados y entregados rápidamente a los clientes, el uso mínimo de los recursos y la fijación de precios, y un mayor énfasis en las operaciones locales, sean características prominentes del futuro paisaje comercial.
Los modelos de negocio tendrán que adaptarse a este entorno desconocido, pero ¿cómo?. Quizás la clave para la competitividad futura sea un sistema de procesos flexible y modular basado en la producción localizada y apoyado por cadenas de suministro integradas.

El proyecto europeo INSPIRE tiene como objeto desarrollar modelos de negocio innovadores que ayuden a los fabricantes en la industria de procesos europea a evolucionar en un panorama competitivo emergente. El vínculo con la fabricación discreta también será considerado dentro del mismo marco. El objetivo final es proporcionar una hoja de ruta con el apoyo de la industria para la creación de redes flexibles basadas en un sistema de procesos intensificado que tenga como resultado una mayor producción local en Europa en un futuro próximo.

El proyecto INSPIRE con una duración de dos años y cuatro organizaciones participantes; CNR (Italia), PNO Innovation (Bélgica), TNO (Países Bajos) y ZLC (España), está financiado por la Comisión Europea.
El equipo del proyecto estudiará una serie de modelos de negocio. Como ejemplo de ello encontramos la economía circular (obtener el máximo valor de los productos y recuperarlos / regenerarlos), la simbiosis industrial (asociaciones de instalaciones industriales que se alimentan entre sí) y la personalización masiva (fabricación masiva de productos personalizados).

Existen casos de negocio asociados a estos modelos, y los socios de investigación han ideado una metodología basada en un sistema de puntuación de varios factores para seleccionar el enfoque de los modelos de negocio. Por ejemplo, Zaragoza Logistics Center (ZLC) ha propuesto dos casos: la impresión 3D o fabricación aditiva, y un ingenioso método para administrar medicamentos a los pacientes.

El potencial del impacto de la tecnología de impresión 3D en las operaciones de fabricación y el soporte de sus cadenas de suministro es enorme. Las redes descentralizadas de impresoras capaces de producir productos complejos y personalizados en pequeños lotes cambiarían fundamentalmente las cadenas de suministro, desde el aprovisionamiento de materias primas hasta la entrega de última milla. La flexibilidad inherente de la fabricación utilizando impresión 3D, permite a las compañías reducir los niveles de inventario, enviar menos componentes y subconjuntos y hacer llegar de forma más directa más productos a los clientes. Un menor volumen de devoluciones y la ubicación de puntos de suministro de repuestos más cercanos a los usuarios también podrían tener un impacto significativo en el diseño y la gestión de la cadena de suministro.

El caso empresarial en el área de salud propuesto por ZLC es un método revolucionario para la administración de fármacos. La empresa Microchips Biotech, Inc. suministra un microchip que puede almacenar y liberar dosis precisas de medicamentos durante períodos de meses o años en el torrente sanguíneo de un paciente. El implante se coloca bajo la piel del individuo, y su salida puede ser controlada remotamente por los médicos.

Una vez más, las implicaciones de la cadena de suministro de esta innovación son de gran alcance. Un cambio en la entrega de dosis extremadamente precisas de medicamentos permitirá a la industria de la salud eliminar o reducir las visitas al hospital, reducir los inventarios de medicamentos y el mantenimiento de stock de las referencias, así como mejorar la gestión de la oferta porque los proveedores de atención de salud tendrán unos datos más precisos sobre la demanda. El transporte de medicamentos probablemente cambiará. Por ejemplo, dado que un único chip puede estar activo durante un período prolongado, los centros de salud requerirán menos envíos con una menor frecuencia. El dispositivo también podría reducir la complejidad de la cadena de suministro, ya que habrá menos demanda de infraestructura de la cadena de frío y menos desechos médicos.

El equipo del proyecto INSPIRE está investigando actualmente modelos y casos de negocio que podría formar parte del estudio. Además, el equipo está creando una lista de tecnologías que serán necesarias para implementar con éxito los modelos que en los que se haya basado el estudio.
Un objetivo a largo plazo es identificar los cuellos de botella en la cadena de suministro, así como los modos de operación más adecuados para lograr sistemas de fabricación y procesos más flexibles y sostenibles, impulsados por la demanda.

Por último, el equipo propondrá una hoja de ruta de investigación para reestructurar la industria europea y hacerla más competitiva, de acuerdo con las tendencias globales que están redefiniendo la forma en que los productos son fabricados y entregados a los clientes.

El proyecto INSPIRE finalizará en agosto de 2018. La Comisión Europea como financiador del proyecto, quiere que el proyecto identifique modelos y redes “que promoverían más producción local en Europa dentro de los cinco años siguientes a la finalización del estudio”. La Comisión desea que los investigadores presten especial atención a las necesidades de las pequeñas y medianas empresas y su papel como socios en las cadenas de valor.

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