Grandes cultivos frente a pequeñas explotaciones: ¿existe un punto medio viable?

Por Dr. Davide Luzzini

Los productos alimentarios se cultivan en explotaciones tanto a gran escala como en pequeñas y medianas explotaciones, teniendo ambos modelos ventajas e inconvenientes. Existe también una opción intermedia que agrega la producción de pequeños productores, especialmente en Europa. El proyecto de investigación desarrollado en Zaragoza Logistics Center (ZLC) * estudia la viabilidad de esta última opción y su potencial en términos de garantizar un suministro de alimentos que sea comercial, ambiental y socialmente sostenible.

Los productores a escala industrial destacan por captar economías a gran escala de las grandes operaciones agrícolas intensivas. Producen frutas y verduras en grandes cantidades a bajo precio. Sin embargo, la calidad de sus productos no siempre es alta y suscitan críticas por prácticas insostenibles, como el uso excesivo de fertilizantes y pesticidas. Por otro lado, los productores de explotaciones de cultivo intensivas, pueden introducir más riesgos a la cadena de suministro al concentrar la producción en regiones que son vulnerables a fuerzas disruptivas, como inundaciones y/o las sequías.

Las explotaciones de tamaño pequeño a medio, también llamadas redes alternativas de alimentos, superan a los grandes operadores de varias formas. Generalmente están asociados con prácticas agrícolas más sostenibles. Las pequeñas granjas son competidores ágiles que están mejor capacitadas que sus rivales más grandes para cumplir con los cambios en la demanda y cultivar variedades especializadas de frutas y verduras. En el lado negativo, son menos eficientes y no tan sólidos financieramente como los grandes productores. Y como “productores de nicho”, los pequeños productores están limitados en la cantidad de productos que pueden suministrar y no siempre están al día con los últimos métodos de cultivo.

Existe un gran debate sobre cuál de estos dos modelos es el más efectivo en el panorama competitivo actual. Los consumidores siempre han exigido productos de alta calidad al precio más bajo. Cada vez más, sin embargo, los compradores también desean frutas y verduras que se cultivan de forma sostenible y con diferentes variedades. Los minoristas deben satisfacer estas demandas de forma rentable, al igual que los productores.

Entre la agricultura de pequeña y gran escala está el modelo “agregador”, que se ha vuelto más prominente en Europa durante las últimas décadas, en gran medida en respuesta a los cambios del mercado.

El modelo está arraigado en la Organización Común de los Mercados (OCM), un concepto establecido en la década de 1960 por la Comisión Europea. El régimen COM anterior proporcionó apoyo financiero para ciertas operaciones agrícolas, y mecanismos tales como controles de precios para ayudar a la fragmentada comunidad de productores de Europa a competir en mercados que se estaban volviendo cada vez más globales.

Desde entonces, el concepto OCM ha sido objeto de varias reformas fundamentales, una de las cuales fue animar a los productores de frutas y hortalizas a unirse a las organizaciones de productores (OP).

Una OP es un intermediario entre los productores y sus clientes minoristas qyeagrega la producción de los pequeños productores en la cadena de suministro de frutas y verduras, y asegura que los puntos de venta reciban la variedad de productos que requieren. Según este rol, la OP puede administrar el riesgo en nombre de vendedores y compradores, y promover formas de hacer que las cadenas de suministro de productos agrícolas sean más eficientes.

Las organizaciones de este tipohan existen en Europa desde hace décadas, pero en los últimos años han evolucionado en línea con la dinámica cambiante del negocio de productos agrícolas.

La Comisión Europea se ha apartado de las políticas que implican intervenciones directas del mercado en favor de enfoques comercialmente orientados, como el refuerzo de la participación de las OP. Estas entidades también ofrecen una alternativa a los distribuidores globales cada vez más potentes. Por ejemplo, una OP puede construir un almacén para los productos del proveedor y mediar entre los productores y los supermercados sobre cuestiones clave como precio y calidad del producto. Más recientemente, las OP están respondiendo a la demanda tanto de los consumidores como de los agricultores de métodos de cultivo ambientalmente sostenibles que conserven valiosos recursos.

El proyecto de investigación está analizando el papel de las OP en Italia, donde estas entidades están bien asentadas. La industria agrícola del país es muy diversa en términos de variedades de frutas y verduras cultivadas en diferentes regiones. Además, las granjas pequeñas y medianas son la norma en Italia. Esta estructura ofrece grandes oportunidades para la agregación de productos y respalda una rica diversidad de culturas.

El vínculo entre la cultura local y los métodos de cultivo es un elemento importante de la investigación. Los investigadores también están investigando cómo las tendencias actuales en el negocio de productos agrícolas afectan la viabilidad del modelo agregado. Una vez más, Italia ofrece un campo de pruebas ideal.  Por ejemplo, hay un mercado vibrante para las variedades locales de frutas y verduras en Italia. Las grandes cadenas de supermercados están promoviendo el vínculo entre productores y consumidores mediante la creación de etiquetas de productos que distinguen los productos cultivados localmente. Otro desarrollo notable es el aumento de los mercados de agricultores, que animan a los agricultores a vender directamente a los consumidores y que, por lo tanto, podría alterar el papel de las OP. Sin embargo, la evidencia sugiere que el modelo de mercado de agricultores no ha tenido la acogida esperada.

Mediante el análisis de dinámicas como estas, los investigadores pretenden obtener nuevos conocimientos sobre la viabilidad del modelo de agregación y cómo podría cerrar la brecha entre la agricultura de pequeña y gran escala. Tales ideas respaldarán los esfuerzos para desarrollar cadenas de suministro agrícola que entreguen de manera rentable productos cultivados de manera sostenible y en variedades que satisfagan los cambios en los gustos de los consumidores.

* La investigación se lleva a cabo en colaboración con Annachiara Longoni en ESADE Business School y Zhahoui Wu en la Oregon State University.