¿Pueden las empresas ser innovadoras y eficientes?

Por Dr. Rafael Diaz

La innovación en los productos a menudo añade complejidad a las cadenas de suministro, perjudicando la eficiencia operativa; sin embargo, las empresas deben ser innovadoras para sobrevivir.
¿Cómo pueden estos resultados dejar de ser conflictivos?

Esa es la pregunta central de un proyecto de investigación que desarrolla Zaragoza Logistics Center (ZLC).

ZLC está trabajando con una empresa española en el sector de productos cárnicos para ayudar a resolver este conflicto. La tasa de crecimiento de dos dígitos de la compañía debe en gran parte a su éxito en el desarrollo de innovaciones de productos que responden a las demandas de clientes minoristas bien conocidos en Europa como Carrefour.  Quieren continuar con este éxito, pero no a costa de impedir el desempeño de su cadena de suministro.

Los productos cárnicos suministrados por el fabricante tienen un ciclo de vida relativamente corto, y se envían con ventanas de entrega muy ajustadas en grandes volúmenes a las cadenas minoristas. Ni que decir tiene que los minoristas esperan niveles de servicio excelentes, por lo que la empresa suministradora no puede permitirse comprometer la eficiencia de la cadena de suministro.

Uno de los desafíos es decidir hasta qué punto una innovación interrumpirá las operaciones cotidianas. Alterar la receta de un producto, por ejemplo, puede requerir un cambio en la fábrica que suponga un mayor “estrés” en el proceso de producción. Experimentar con nuevos segmentos de mercado es otro potencial factor de interrupción.

Otras variables incluyen el tipo de producto involucrado y la forma en que se introduce una innovación. La empresa es compatible con seis familias de productos, y algunos son más vulnerables a los efectos adversos de la innovación que otros. Implementar una nueva idea puede o no agregar muchos números de referencia a la cadena de suministro o desencadenar cambios disruptivos, y el efecto neto en la empresa puede ser mínimo o perjudicial.

Decidir qué escenario es probable que ocurra y cómo gestionar un probable resultado siempre es importante, pero especialmente cuando una innovación es el resultado directo de los comentarios de los clientes. En tales casos, bien puede haber pedidos anticipados para el nuevo producto que crea un imperativo financiero para proceder lo más rápido posible.

La empresa necesita desarrollar mejores métodos para analizar estas variables, evaluar los perfiles de riesgo de las innovaciones y planificar para garantizar que el producto cambie de la mejor manera posible.

Un primer paso para lograr estos objetivos es alinear las agendas departamentales. Las diferencias entre la forma en que los departamentos perciben y ejecutan la innovación pueden socavar los esfuerzos para desarrollar una estrategia coherente para nuevos proyectos. Por ejemplo, el departamento de marketing podría admitir más variables de productos y, por lo tanto, más números de referencia para satisfacer la demanda de segmentos de clientes cada vez más pequeños. Desde el punto de la cadena de suministro, por otro lado, es preferible mantener el número de referencias  (y por lo tanto el nivel de complejidad) al mínimo.

Los resultados de una encuesta realizada al personal de la empresa identificaron claras diferencias entre los departamentos sobre la forma en la que se perciben las innovaciones. Por ejemplo, el personal de producción podría considerar que la creación de una nueva referencia tiene un impacto perjudicial en los flujos de productos, mientras que otras unidades funcionales son en gran parte ajenas a esta posibilidad.

Los investigadores de ZLC están planeando una serie de talleres de trabajo con la empresa para educar a los diferentes departamentos sobre innovación de productos. Estos talleres proporcionarán una plataforma para alinear las agendas funcionales y para promover un enfoque más cohesivo en la transición a nuevos productos o en cambios de los existentes, desde la etapa de diseño hasta la producción y distribución.

Otra parte importante del proyecto es la creación de un marco para ayudar a la administración a evaluar las innovaciones. Con el uso de medidas bien conocidas como la rotación de inventario, calidad, combinación de productos y rentabilidad, los ejecutivos utilizarán la herramienta para priorizar las innovaciones. También identificará las acciones que los gerentes deben tomar para minimizar las interrupciones causadas por innovaciones específicas. Preparar el terreno de esta manera allanará el proceso y eliminará conmoción en el sistema.
El proyecto de investigación concluirá en otoño de 2018. El valor del conocimiento adquirido se extenderá más allá de este proyecto específico, en un momento en que las empresas de todos los sectores industriales se enfrentan a los desafíos de la gestión de cambios rápidos tecnológicos así como a la volatilidad del mercado.