

Historia de Éxito: Virginia Falcón, ZLOG Alumni 2008 y experta en Omnicanalidad y entusiasta del Big Data en Google. Ver perfil en Linkedin
Leyendo tu currículum, parece que la industria tecnológica te ha conquistado. Estudiar el MIT Zaragoza Master in Supply Chain fue solo el punto de partida para impulsar tu carrera en este campo. ¿Podrías contarnos qué aspectos del máster ZLOG resultaron especialmente útiles y por qué en tu trayectoria profesional?
Conseguí mi primer trabajo en tecnología gracias a la red de antiguos alumnos de ZLOG/MLOG, en aquel momento trabajando en tecnología para la cadena de suministro en el sector minorista. Aunque yo no hacía previsiones ni diseñaba redes directamente, mis clientes eran profesionales de Supply Chain y mi trabajo consistía en traducir sus problemas para trabajar con Product Managers e ingenieros en el diseño de soluciones. Desde entonces me he movido hacia el ámbito de cómo generar demanda mediante la tecnología, pero la comprensión de toda la cadena de suministro ha sido invaluable.
En general, ZLOG fue una plataforma fantástica para mí como recién graduada, ya que me permitió adquirir una perspectiva internacional y conectar con muchas personas talentosas de todo el mundo. Éramos 25 estudiantes de 16 países diferentes, con orígenes y puntos de vista muy diversos. Una gran parte de mi trabajo actual consiste en formar y desarrollar personas, además de influir en un grupo muy diverso de partes interesadas internas y externas para maximizar el impacto de nuestro trabajo. ZLOG fue una gran experiencia de liderazgo que me dio la confianza para dirigir mientras aprendía, y ha tenido un efecto duradero en mi carrera.
En 2018 te uniste a Google y actualmente ocupas el puesto de Head of Measurement & Analytics. ¿Cómo descubriste esta oportunidad laboral? ¿Cómo fue el proceso de selección?
Después de tener a mi primer hijo, estaba convencida de que quería probar algo nuevo en mi carrera. Quería seguir en el ámbito tecnológico, pero sentía que me había acomodado y sabía que era el momento de desafiarme a mí misma.
Mi primer puesto en Google fue muy diferente a todo lo que había hecho antes, ya que era completamente nueva en el marketing digital. Lo encontré en línea e hice la solicitud después de investigar un poco. Parecía algo ambicioso, pero sabía que era algo que podía aprender y disfrutar sinceramente, aprovechando algunas de las habilidades transversales adquiridas en mis trabajos anteriores.
El proceso de selección evalúa a los candidatos en cuatro dimensiones: capacidad cognitiva general, liderazgo, conocimientos específicos del puesto y el famoso “Googleyness”. Aunque no tenía experiencia previa en marketing digital, esa era solo una de las cuatro dimensiones en las que se me evaluó. Obviamente me preparé a fondo para las entrevistas y aprendí todo lo posible sobre el puesto. Tuve la suerte de que el equipo de selección buscaba a alguien que pudiera aportar una perspectiva diferente al rol y que estuviera dispuesta a aprender, más que a alguien que ya hubiera hecho ese trabajo muchas veces.
¿Cómo ha sido tu carrera profesional en Google? ¿Hay espacio para profesionales de la cadena de suministro en este gigante tecnológico?
Google es un entorno increíblemente dinámico. Una de las cosas que más me gustan de trabajar aquí es que, aunque ya es una empresa bastante grande, en muchos aspectos todavía se siente ágil, y la organización se mantiene deliberadamente flexible. Está en el ADN de la compañía experimentar y asumir con orgullo los fracasos rápidos.
Hay todo tipo de desafíos interesantes en los que uno puede involucrarse: tecnología, inteligencia artificial, cadena de suministro, marketing, gestión… En mi experiencia, el atributo más importante para un Googler es tener una mentalidad de crecimiento: estar dispuesto a salir de la zona de confort, probar cosas nuevas y fallar a menudo.
Antes de llegar a Google, trabajaste durante ocho años en el mundo de las soluciones tecnológicas transformando datos en valor, en RSi. ¿Crees que las empresas están preparadas para afrontar la transformación digital?
Creo que, en realidad, las empresas ya no tienen opción. La pandemia actual ha acelerado las tendencias que ya estábamos viendo, así que este es un momento decisivo. He tenido la suerte de trabajar tanto con empresas tradicionales consolidadas como con startups disruptivas, y he visto que ambos tipos pueden ofrecer experiencias digitales fantásticas al cliente y prosperar como negocios omnicanal.
Lo que todas tienen en común, sean minoristas con 150 años de historia o pure players, es que conocen perfectamente a sus clientes y defienden su marca y sus valores fundamentales.
Hay muchos debates en curso sobre el uso de la Ciencia de Datos. Está cambiando la forma en que vivimos y, a veces, la percepción pública puede ser negativa. ¿Cuáles son las claves para lograr una buena relación entre la tecnología y las personas?
Es un debate muy complejo y con múltiples dimensiones. Se trata tanto de los problemas que queremos que las máquinas resuelvan como de cómo queremos que lo hagan.
Al principio, surgían preguntas sobre si la inteligencia artificial podría reemplazar a los humanos y si deberíamos preocuparnos por los empleos, etc. Creo que lo que estamos viendo es que, efectivamente, las máquinas pueden realizar tareas que antes hacían las personas, pero al mismo tiempo eso abre posibilidades emocionantes para nuevos trabajos que antes no existían.
También están las cuestiones relacionadas con la recopilación y el tratamiento de datos. Como individuos, ¿qué datos estamos dispuestos a compartir con las empresas y de qué manera? Lograr una propuesta de valor adecuada —que sea útil, conveniente y segura para los consumidores— es clave. Dada la presión pública y regulatoria, esa es la dirección hacia la que se mueve toda la industria.
Por último, ¿podemos entrenar algoritmos para que sean éticos, y cómo hacerlo? Es un problema realmente fascinante y, en mi opinión, aún en sus primeras etapas. En gran medida seguimos dependiendo de la intervención humana para corregir el rumbo, pero muchos están investigando cómo podríamos programar y escalar este tipo de enfoques.
¿Qué consejo te gustaría dar a la nueva promoción de estudiantes como Alumni de ZLC?
ZLOG fue una experiencia bastante única para mí y mis compañeros, tanto a nivel profesional como personal. Fue una enorme oportunidad de crecimiento. Sean conscientes del privilegio que supone esta oportunidad, pero tampoco se tomen a sí mismos demasiado en serio: disfruten del lujo de formar parte de la comunidad increíble a la que están a punto de unirse.