Investigador: Prashant Yadav
2007
Patrocinador del proyecto: Roll-Back Malaria Partnership, Ginebra
http://www.rollbackmalaria.org/
Descripción proyecto
Todos los años, más de un millón de personas muere de paludismo, la mayoría de ellos niños, y miles de millones sufren los efectos de la infección. Además de este abrumador coste de vidas humanas, está también el enorme coste económico que acarrea para muchos países africanos. La lacra del paludismo ha aumentado en los últimos años, en parte porque los fármacos como la cloroquina, baratos y fáciles de conseguir, han perdido su eficacia en muchas regiones al hacerse el parásito resistente a este producto. Como consecuencia de ello, a principios de 2004, la Organización Mundial de la Salud (la OMS) recomendó que todos los países adoptaran un nuevo tipo de fármacos llamados tratamientos combinados a base de artemisinina (TCA).
El coste de producción de los TCA, y por tanto su precio también (incluso en términos de concesiones), son considerablemente mayores que los de los tratamientos tradicionales contra el paludismo: una dosis estándar de cloroquina cuesta 10 céntimos, mientras que el equivalente en TCA cuesta 1 $ o más. Un elemento que aumenta mucho el coste de los TCA es que el ciclo de producción es muy largo (14 meses), ya que depende de la producción agrícola de un componente esencial, la artemisinina, que luego se combina con un segundo componente para acelerar la recuperación y retrasar el desarrollo de la resistencia del parásito a la artemisinina.
Mientras que muchos fabricantes distribuían los dos fármacos por separado en un mismo envase, a principios de 2007 Novartis empezó a distribuir una fórmula combinada en un solo comprimido (con el nombre comercial de Coartem). En virtud de un acuerdo con la OMS, se vendía el Coartem a los gobiernos de los países emergentes y a los donantes internacionales a un precio fijo calculado para cubrir los costes de producción. A cambio, la OMS debía proporcionarles una previsión de la demanda. Estas previsiones son esenciales debido al prolongado ciclo de producción y al hecho de que el fármaco tiene una caducidad de tan sólo 24 meses. Por desgracia, las primeras previsiones que facilitó a la farmacéutica la comunidad internacional, que fueron más un cálculo de la necesidad que de la demanda real, resultaron estar desfasados varios órdenes de magnitud. Así pues, el proyecto tiene las miras puestas en mejorar la exactitud de las previsiones.
Publicaciones, charlas y conferencias
- “Estimating Demand for Anti-malarials using Willingness to Pay Estimates”. Informe técnico 2007. Ongola M. y P. Yadav.